1• Procura reconocer y respetar los derechos y los méritos de los demás, y aceptar sus formas de pensar,
2• Trata a los demás con el mismo respeto y cariño con el que te gustaría que te tratasen a ti.
3• Procura ser complaciente con los que te rodean cuando te piden un favor o solicitan tu ayuda.
4• Utiliza palabras como gracias, perdón, por favor, que te facilitarán y harán más agradable tu relación con los demás.
5• Intenta ver en cada persona lo mejor de ella. Seguro que lo encontrarás y te sorprenderá..
6• Acostúmbrate a expresar tus mejores sentimientos, no los reprimas. Trata a los demás con toda la naturalidad, la alegría y el afecto que espontáneamente salgan de ti.
7• Acostúmbrate a sonreír. Muéstrate solidario, optimista y colaborador con las personas con las que convives.
8• Piensa que si todos tratamos de dar lo mejor de nosotros mismos todos seremos mucho más felices.
9• Trata de analizarte y observa si, cuando eres amable o afectuoso con los demás, te sientes más a gusto contigo mismo.
10• Comprueba cuántas horas al día estás de buen humor. Si son muchas, alégrate porque estás construyendo un mundo más amable.
Te deseo Exito.
Lecturas reflexivas, contiene escritos que transmiten enseñanzas, mensajes y temas de formación, para reflexionar y adquirir nuevos hábitos de vida, llenos de amor.
EL NANO GLUTATION POR NEUMI
martes, 8 de octubre de 2013
lunes, 7 de octubre de 2013
TRIUNFADOR Y PERDEDOR
El triunfador es siempre una parte de la respuesta; el perdedor es siempre una parte del problema.
• El triunfador dice "podemos hacerlo"; el perdedor dice, "ése no es mi problema".
• El triunfador siempre tiene un programa; el perdedor siempre tiene una excusa.
• El triunfador ve siempre una respuesta para cualquier problema; el perdedor ve siempre un problema en toda respuesta.
• El triunfador ve una oportunidad cerca de cada obstáculo; el perdedor ve de dos a tres obstáculos cerca de cada oportunidad.
• El triunfador dice "quizá es difícil, pero es posible"; el perdedor dice "puede ser posible, pero es demasiado difícil".
• En el vocabulario del triunfador no existe la palabra imposible, vive con la certeza de que todo lo que se proponga lo logrará. Sólo es cuestión de tiempo, esfuerzo, estrategia y compromiso para que el sueño se convierta, al fin, en realidad.
Colección de Pergaminos
Miguel Ángel Cornejo
• El triunfador dice "podemos hacerlo"; el perdedor dice, "ése no es mi problema".
• El triunfador siempre tiene un programa; el perdedor siempre tiene una excusa.
• El triunfador ve siempre una respuesta para cualquier problema; el perdedor ve siempre un problema en toda respuesta.
• El triunfador ve una oportunidad cerca de cada obstáculo; el perdedor ve de dos a tres obstáculos cerca de cada oportunidad.
• El triunfador dice "quizá es difícil, pero es posible"; el perdedor dice "puede ser posible, pero es demasiado difícil".
• En el vocabulario del triunfador no existe la palabra imposible, vive con la certeza de que todo lo que se proponga lo logrará. Sólo es cuestión de tiempo, esfuerzo, estrategia y compromiso para que el sueño se convierta, al fin, en realidad.
Colección de Pergaminos
Miguel Ángel Cornejo
miércoles, 2 de octubre de 2013
LA ADMIRACION Y LA ENVIDIA
La admiración es la capacidad de asombro que manifestamos ante el éxito de Los demás.
La envidia es el dolor profundo que nos corroe y enferma ante el triunfo ajeno.
La admiración es la facultad superior que solamente poseen quienes aprenden de Los triunfadores.
La envidia es la característica principal de Los soberbios y constante permanente de Los mediocres.
La admiración es el requisito indispensable para disfrutar de Las manifestaciones de la creación.
La envidia en cambio, siempre observa aquello que invalida la perfección espontánea.
La admiración es el éxtasis sublime ante lo desconocido, sentimiento que alimenta al descubridor y alienta al investigador.
La envidia lo explica todo con una simplicidad aberrante y con una lógica sin sentido.
La admiración aprecia el esfuerzo y la tenacidad sincera.
La envidia descalifica el sacrificio y la entrega, justificando el éxito como producto de la casualidad o la Buena suerte.
La admiración estimula al líder para aprender, emular, luchar, lo reta, lo anima, lo ennoblece.
Para Los mediocres, la envidia es la fuente principal para resentirse, vengarse, justificarse, y encerrarse en sí mismos.
El líder de excelencia se admira al contemplar el crecimiento de sus seguidores, y ve justificados sus esfuerzos por transmitir sabiduría.
En cambio, el envidioso esconde en lo más hondo de sus conocimientos y Le duele profundamente que lo superen sus subordinados.
El líder de excelencia está consciente que su grandeza radica en su capacidad de desarrollar seres superiores, sabe que en su capacidad de asombro está su crecimiento infinito, está consciente que es una facultad natural que todo ser humano posee al nacer y se esfuerza por mantenerla toda la vida, para poder disfrutar y admirar todos los días la creación de Dios.
(Miguel Angel Cornejo)
La envidia es el dolor profundo que nos corroe y enferma ante el triunfo ajeno.
La admiración es la facultad superior que solamente poseen quienes aprenden de Los triunfadores.
La envidia es la característica principal de Los soberbios y constante permanente de Los mediocres.
La admiración es el requisito indispensable para disfrutar de Las manifestaciones de la creación.
La envidia en cambio, siempre observa aquello que invalida la perfección espontánea.
La admiración es el éxtasis sublime ante lo desconocido, sentimiento que alimenta al descubridor y alienta al investigador.
La envidia lo explica todo con una simplicidad aberrante y con una lógica sin sentido.
La admiración aprecia el esfuerzo y la tenacidad sincera.
La envidia descalifica el sacrificio y la entrega, justificando el éxito como producto de la casualidad o la Buena suerte.
La admiración estimula al líder para aprender, emular, luchar, lo reta, lo anima, lo ennoblece.
Para Los mediocres, la envidia es la fuente principal para resentirse, vengarse, justificarse, y encerrarse en sí mismos.
El líder de excelencia se admira al contemplar el crecimiento de sus seguidores, y ve justificados sus esfuerzos por transmitir sabiduría.
En cambio, el envidioso esconde en lo más hondo de sus conocimientos y Le duele profundamente que lo superen sus subordinados.
El líder de excelencia está consciente que su grandeza radica en su capacidad de desarrollar seres superiores, sabe que en su capacidad de asombro está su crecimiento infinito, está consciente que es una facultad natural que todo ser humano posee al nacer y se esfuerza por mantenerla toda la vida, para poder disfrutar y admirar todos los días la creación de Dios.
(Miguel Angel Cornejo)
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